No todas las familias son lo que deberían ser, ni mucho menos son la imagen que nos venden. A veces dentro de nuestro núcleo familiar hay personas tóxicas que aunque estén emparentados te hacen mucho daño.
Nos han dicho siempre que la familia es LA FAMILIA y que no tenemos otra opción que soportarla.
Pero lo cierto es que si un miembro de tu familia te está haciendo daño, te rompe tu equilibrio mental y hasta te violenta ya sea física o emocionalmente, puedes (y muchas veces debes) alejarte sin ningún problema y sin ningún remordimiento.
Un núcleo familiar es tóxico, "cuando hay una dinámica entre los miembros que daña las relaciones significativas: no hay comunicación; no hay demostraciones de afecto pero sí de hostilidad, peleas, comentarios que menosprecian a otros miembros de la familia, que causan estrés constante".
Frente a vínculos tóxicos con familiares, se recomienda que, primero, identifique si siente malestar, estrés y sufrimiento como emociones predominantes en las relaciones familiares antes de tomar medidas. Luego, debes evaluar cuál es su rol exacto en el conflicto en cuestión. En principio, no debe meterse en problemas que no lo incumben así como tampoco debe involucrar a otros en sus conflictos con otro pariente.
Cuando una situación afecta tu salud, tu bienestar o tu integridad física, pone en riesgo tu vida o hay maltrato constante y una evidencia de que los involucrados no quieren arreglar nada, deberías cortar todo tipo de relación con esos familiares problemáticos. Romper los vínculos no te hace una mala persona, todo lo contrario. Cuidarte y protegerte de relaciones tóxicas te evitará muchos malos tragos.
Claves para cortar los mandatos familiares
Hemos de entender que los mandatos familiares son como un contrato que no hemos firmado. Podemos asumirlos si nos enriquecen personal y emocionalmente, o podemos, sencillamente, no firmarlos. No asumirlos.
Un mandato es una constelación de códigos verbales y no verbales que debemos saber descodificar. Nosotros mismos integramos muchos esquemas de pensamiento que es necesario cuestionar. La revolución para llevar a cabo esta liberación debe empezar por nosotros mismos. Reflexionar sobre aquello que nos han transmitido es un acto de introspección que nos ayudará a detectar aquello impuesto por nuestro entorno.
Ahonda en tus contratos intelectuales. Ideas como “soy torpe” o “no debo defraudarles” son como las “ideas irracionales”. Son las raíces de emociones disfuncionales que hemos de corregir. Pregúntate de dónde proceden tus ideas, pensamientos e ideales. ¿Por qué pienso que esto es así? ¿De dónde viene esto? ¿Por qué tengo una ideología concreta? Nos sorprenderá enormemente darnos cuenta que muchas veces no tenemos respuesta y acabamos cayendo en la cuenta que son ideas impuestas desde pequeños.
Empieza a cuestionar esas frases tan comunes que se escuchan en muchas familias. Expresiones como “esa pareja no te conviene”, “en esta casa somos todos de tal partido político, de tal religión, de tal equipo deportivo” o “estudiar eso es una pérdida de tiempo, hacer lo otro es una tontería…” Son códigos que invalidar, que empezar a derribar en nuestra mente. Como se ha mencionado en el punto anterior. Cuestiónate de dónde proceden tus pensamientos. ¿Por qué soy de este equipo? ¿Por qué defiendo un pensamiento y no otro?
Ser familia no implica una lealtad devota, solo por compartir la misma sangre. No si nos imponen un destino. No si ser uno mismo tiene consecuencias y nunca si esas dinámicas nos someten a una suerte de ciclo infinito de infelicidad. A medida que formamos nuestra concepción del mundo podemos alejarnos de aquellas ideas que han predominado en la familia. ¿Cuántas veces hemos defendido a un familiar pero después en privado le hemos dicho que estaba equivocado?
A veces, desafiar y romper los mandatos del clan familiar es mucho más que una obligación: es una necesidad. Es el derecho y el deber a reafirmar la propia integridad personal para que no se vea comprometida nuestra identidad. Así, nos alejaremos de ser esa muñeca articulada que otros inventan y sobre la que pretenden tener el control.
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Andrea 🌸
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