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Imagina cuanto más productiva(o) serías si pudieras tener concentración total cuando lo quisieras.
Las buenas noticias son que tú sí puedes aprender como concentrarte mejor.
La técnica básica: La concentración y observación de las distracciones
La concentración ocurre de forma natural cuando algo nos interesa o nos llama la atención.
Decimos que estamos concentrados cuando no pensamos en nada más. Por ejemplo, estamos concentrados cuando disfrutamos de la textura y el color de un pañuelo de seda, estamos enfrascados en la lectura de un buen libro, saboreamos la primera cucharada de una deliciosa sopa, nos aplicamos cuidadosamente el maquillaje de ojos o limpiamos el parabrisas en la estación de servicio.
Cuando una de estas actividades está al frente de nuestra mente, todos los demás pensamientos quedan relegados, pero en cuanto nuestra atención se aparta del pañuelo de seda o de la sopa, vuelven a aparecer de forma instantánea.
Así es como la atención realiza ese pequeño milagro: poner freno a los pensamientos (o tal vez deberíamos decir sacarlos suavemente del medio).
La clave de una buena concentración está en tener interés en el objeto o la actividad.
La Respiración como ejercicio de concentración.
Claro está que la respiración tal vez no sea tan interesante como la primera cucharada de una buena sopa, pero si la podemos considerar con la misma curiosidad, acabará siéndolo. Por lo tanto, nos interesamos en los cambiantes detalles, momento a momento, de la respiración.
Es una sucesión de sensaciones, ondulaciones y flujos musculares que van y vienen dentro de nuestro cuerpo.
El vientre, el pecho y las fosas nasales son tres sitios donde las sensaciones son más claras. Notamos cuando se para y comienza, o si es suave o espasmódica.
No tratamos de cambiarla.
No «pensamos» en ella, simplemente la notamos a medida que sucede.
Cuando nos concentramos la mente se vuelve más lenta. Ponemos más atención, nos relajamos y los demás pensamientos desaparecen.
Por supuesto que no es tan fácil.
Después de concentrarnos en la respiración durante unos pocos segundos, nos viene a la mente una idea urgente ejemplo: ¿Plancharé ahora o lo dejo para mañana? ¿Qué pasan por la tele hoy?
En comparación, la respiración parece aburrida.
¿Por qué quieres concentrarte?
A menudo es difícil concentrarse porque estamos aburridos.
La solución para esto es dejar de considerar por qué es importante concentrarnos sino ver los beneficios claramente.
Los resultados concretos son más importantes que los conceptos.
Si pensamos en los frutos de nuestra concentración así será más fácil enfocar la mente.
Elimina las distracciones
Apaga la televisión, alimenta tu cuerpo, mueve tu escritorio lejos de la ventana, apaga el ring del teléfono, ordena tu mesa de trabajo, informa a tu familia o amigos que necesitas espacio para concentrarte.
Cuídate de las distracciones internas y externas, y serás capaz de enfocar tu atención y poder mental como un reflector.
Remueve las irritaciones de la mente
Comienza por prestar atención a lo que está pasando por tu cabeza.
Hay alguna llamada que necesitas hacer, y esto te ha estado molestando silenciosamente todo el día, de manera inconsciente. Quizá estás preocupado por alguna reunión que se aproxima.
A medida que te vuelvas consciente de las cosas que te estresan, haz algo para que se vayan por el momento. Por ejemplo, realiza esa llamada, ordena esos papeles, firma esos cheques, escribe esa carta o simplemente pon una nota en la agenda; luego tu mente usualmente dejará de preocuparse por ahora.
Solo con traer el problema a plena consciencia y diciéndose uno mismo algo como, “no hay nada que pueda hacer al respecto en este momento”, por lo general hará que el inconsciente deje de preocuparnos.
Conéctate con tu mente.
Ya vas a ver que aún después de unos pocos días de hacer esto se volverá más fácil el estar conectado con tu mente y ello ayudará a remover irritaciones que estaban sentadas allí y que tú no sabías cuales eran.
Luego de hacer estos ejercicios mentales algunas veces, se va haciendo más fácil reconocer que es lo que está bajo la superficie, irritándonos y minando nuestra concentración. Dejemos estas molestias mentales a un lado, y podremos pensar más claramente.
Vale la pena el esfuerzo!!!!!
Abrazos de Luz 🌟
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