Lago

Lago- Heidi Scheel

Reflejado el cielo en tu cuerpo azul, la inmensidad que el viento esculpe, la voz gestando la voz, el profundo deber ser, el salvador recuerdo de la luz en tu fondo.

Tres luceros en tu piel junto a la noche, un sendero de brillos infinitos, el trinar de las bandadas lejanas, el horizonte como labios suaves pronunciando silencio, el amanecer de la esperanza.

Y una canción ínfima tendida en el fin de tus olas, yaciendo luego en la arena de tu orilla solitaria.

Tú eras la cualidad de aquel pensar, tú eras la brisa de la tarde, tú eras los tonos del ocaso, tú eras la presencia de las nubes.

Reflejado el cielo en tu cuerpo azul, emergiendo de ti transparente, tú eras la vida misma, la memoria inefable de mis pasadas muertes.

Reflejado el cielo en tu cuerpo azul,

mi sueño despertando en tus entrañas, tú eras la matriz donde mi ser, sustancia a sustancia, tono a tono comenzaba, en angélica labor el espíritu obraba.