
Que pase lo que deba pasar, que sople el viento, que persiga la ruta hasta hacerla realidad.
Que persista el dorado suspiro ante el destino incierto para que retorne a la guía sabia del tiempo, que pase lo que deba pasar sin perder la senda de claridad en donde sucede la verdad.
Que mis pasos no distraigan, que mi voz no perjudique, que mis actos no confundan.
La música clerical descendiente entonada para el consciente que desarmando sus nudos entra en los pabellones oscuros sin más armas que su paz.
Que pase lo que deba pasar, que el cuerpo fue hecho para en la vida resarcir lo hecho en aras de la humildad.
Iris Leal