top of page

Utkatasana o Postura de la Silla

Algunas posturas de yoga pueden lograrse rápida y fácilmente, con poca lucha en flexibilidad o fuerza. Otras posturas pueden sentirse casi imposibles, incluso después de años de práctica.

Utkatasana entra en una categoría propia: Parece engañosamente fácil y directa; sin embargo, cuando la pruebes, encontrarás que exige una gran flexibilidad en los hombros, así como estabilidad en el core y fuerza en las piernas.


Ese es el desafío de la Postura de la Silla . Su forma simple ofrece poca promesa de gloria. Por todo el esfuerzo que requiere, no terminarás con la pierna por detrás de la cabeza o en alguna otra posición elegante. Es difícil mientras estás en ella, pero al final esta pose trae un sentido satisfactorio de logro. Te enseña la determinación que necesitas para enfrentarte a un desafío y la perseverancia para volver a él repetidamente con el tiempo, a pesar de su dificultad.




Esta postura fortalecerá los muslos, ayudando a estabilizar las rodillas. Tus tobillos se volverán más flexibles y resistentes, y tus brazos y hombros ganarán potencia y flexibilidad. A medida que lleves los brazos hacia arriba y estires los músculos entre las costillas, aumentarás tu capacidad respiratoria.

Utkatasana también puede ayudarte a mejorar tu postura. Todos los músculos centrales se activan mientras sostienes la postura, levantando la pelvis en una alineación más erguida y trabajando contra la tendencia a exagerar el arco de la columna vertebral mientras te acercas y retrocedes con los brazos.


Es útil practicar la silla en dos partes. Primero, practica la pose con la mitad inferior de tu cuerpo. Antes de agregar los brazos, trabaja en doblar las rodillas hacia un ángulo recto mientras cambias tu peso hacia los talones. Luego, ponte de pie en Tadasana y trabaja en extender tus brazos rectos hacia arriba. Por último, intenta la postura completa. Une el trabajo de las piernas y los brazos aportando tu conciencia al torso mientras levantas los músculos centrales y alargas la columna vertebral.


Si te comprometes a una práctica constante, ganarás resistencia en esta pose después de unos meses.

Cuando te tomas un descanso de tu práctica, puede parecer como si todo tu progreso se hubiera ido una vez que regreses al mat. Si esta es tu situación, si tus músculos están ardiendo en Utkatasana y es una lucha sudorosa de voluntad, no te desanimes. Esta pose te enseñará su lección más importante y un concepto clave en yoga: la práctica constante en el tiempo es mejor que los brotes ocasionales e intensos. Vale la pena mantener una práctica diaria regular en lugar de sentir que tienes que empezar de nuevo cada vez que haces una pose. La consistencia en el yoga produce resultados profundos y duraderos. ¿Te sientes feroz? Utkata significa "poderoso" o "feroz", y aunque esta pose requiere poder ardiente en el cuerpo, se practica mejor con una mente fresca. Observa si te cruje la frente o aprietas la mandíbula; si es así, relájalos. Si la respiración comienza a convertirse en jadeos, alarga las exhalaciones. Te sentirás más fresco y más concentrado. Namasté

700 visualizaciones

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page