Sirsasana, la postura sobre la cabeza, está considerada la reina de las posturas por la mayoría de yoguis por sus múltiples beneficios físicos y espirituales. Y aunque los yoguis la hayan catalogado como una de las básicas, esta ásana requiere un cierto nivel práctico y se recomienda realizarla cuando el cuerpo ya está preparado con otras posturas más básicas, como Matsyabhedah (el delfín).
Se trata también de una contrapostura que suele realizarse casi al final de la práctica, ya que la inversión del cuerpo estimula y equilibra el flujo sanguíneo y el fluido cerebroespinal.
Además aporta claridad y paz mental, creatividad, mejora la memoria, la concentración, aumenta la capacidad intelectual, beneficia todo el sistema endocrino (glándula pineal, pituitaria, tiroides..) y activa la digestión.
Está contraindicada en personas hipertensas, con problemas en la columna, hombros y sobretodo cervicales. Tampoco se recomienda en embarazadas sin un nivel avanzado en la práctica.
Técnica
1. Sentado sobre los talones, flexiona el cuerpo hacia adelante y apoya los antebrazos en el suelo. Entrelaza los dedos de las manos y asegúrate de que la distancia de los codos sea igual a la anchura de los hombros. Coloca la cabeza entre el trípode estable que has creado entre manos y codos. La base de la cabeza descansa suavemente en el suelo.
2. Apuntala los dedos de los pies, estira las piernas y eleva las caderas formando un triángulo con el cuerpo.
3. Ve acercando, paso a paso, los pies al tronco de forma que la columna se vaya enderezando perfectamente alineada.
4. Cuando los pies lleguen lo más cerca posible a las manos, exhalando, lleva el peso del cuerpo a los antebrazos, no a las muñecas, y eleva los pies del suelo, manteniendo las piernas juntas, flexionadas y las rodillas al pecho. Equilíbrate. Comprueba que no hay tensión en las cervicales ni en el cuello y que se mantiene su curvatura suave y natural.
5. En un perfecto equilibrio, seguridad y serenidad, eleva lentamente los muslos hacia arriba, manteniendo todavía las rodillas un poco flexionadas.
6. Al llegar a la verticalidad, estira completamente las piernas y mantén ahí el equilibrio.
7. El cuerpo debe formar una línea vertical sobre el suelo. Respira larga y profundamente.
8. Para deshacer la postura sigue el proceso inverso, con mucha lentitud y quédate en la postura del bebé u hoja plegada unos minutos.
9. La duración del ásana se puede ir prolongando gradualmente.
Beneficios
Todo el cuerpo está invertido, por lo que el cerebro, los nervios craneales, la médula espinal, los nervios de la columna y el sistema simpático reciben un estupendo riego sanguíneo.
Es un poderoso tónico para el sistema nervioso.
Beneficia el sistema circulatorio, especialmente en caso de varices.
Purifica la sangre.
Activa el sistema digestivo y estimula el génito-urinario.
Incrementa la memoria y la creatividad.
Ayuda a despertar la Kundalini
Contraindicaciones
Dolores, lesiones o problemas en la columna, espalda y cervicales.
Contracturas en el cuello o en la espalda.
Tensión alta.
Mujeres con menstruación y embarazadas en general.
Ásana de compensación
Balasana (el niño)
¡Las más profundas bendiciones y paz!
Espero que hayas disfrutado de esta entrada de blog, por favor hazme saber lo que piensas.¡que tengas un hermoso día!
Namaste 🙏🏻
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