¿Cómo se descubrieron los beneficios del yoga?
Hace miles de años en la India las preguntas sobre aspectos metafísicos ocupaban un lugar importante en esa cultura. La búsqueda espiritual era altamente respetada y recompensada, y las mentes más brillantes se enfocaban en entender las dudas más profundas sobre el ser humano.
Dudas como:
¿Cuál es la naturaleza de la felicidad y la infelicidad?
¿Cómo es que nuestras acciones afectan nuestra sensación de paz interna?
¿Quién soy?
¿Qué significa tener una vida interna?
¿Cómo se ve y se siente el crecimiento personal?
Este enfoque en la vida interna produjo la ciencia del yoga y se aplica de la misma manera el día de hoy.
Uno de los pilares de la ciencia es la habilidad de producir resultados predecibles. Si estamos a nivel del mar sabemos que el agua hierve a 100 grados centígrados. Lo mismo sucede en Nueva York, en Londres o en cualquier ciudad a nivel del mar.
Ya que podemos repetir este experimento una y otra vez podemos decir que la temperatura a la que hierve el agua a nivel del mar es de 100 grados y está comprobado científicamente.
Otro principio de la ciencia es que no tenemos que tener una creencia en particular para que la ciencia trabaje. El agua hierve a 100 grados sin importar si eres católico, musulmán, judío o ateo. Podrás ser escéptico o creyente de que el agua hierve a 100 grados. Sin embargo tu fe o escepticismo no tiene impacto en la verdad probada de que el agua hierve a 100 grados centígrados.
La ciencia del yoga es exactamente igual. Produce resultados predecibles y no es afectada por nuestro sistema de creencias.
¿Entonces, que fue lo que los antiguos yoguis descubrieron en su enfoque científico sobre la vida interna?
Esencialmente, que nuestros deseos de felicidad, de espiritualidad, de paz interna y de conexión con los demás no dependen de las circunstancias externas de nuestras vidas. Dependen del nivel de la fuerza de energía vital disponible dentro de nosotros.
Y que significa esto: ¿Piensa en una planta saludable? Sus hojas son verdes y brillantes. Su tallo y ramas son fuertes y se elevan hacia el cielo. Tanto sus hojas como sus raíces están desarrolladas específicamente para tomar la cantidad óptima de sol, de agua y de nutrientes. La planta está llena de fuerza de vida e irradia vitalidad.
De la misma forma cuando nos llenamos de fuerza de vida y de energía vital, entonces somos felices, pacíficos, espirituales y conectados con todos.
Cuando carecemos de esta fuerza de vida, nos parecemos más a una planta marchita y con las hojas caídas. Cuando estamos vacíos de fuerza de vida y de energía vital nos sentimos infelices, inseguros, ansiosos y solos.
Muchas de nuestras opciones de estilo de vida y nuestras respuestas a los retos de la vida terminan llevándose más de nuestra energía vital que la que generan. Somos como cubetas con agujeros. El agua corre más rápido de lo que puede entrar y gradualmente el nivel de agua disminuye. Desafortunadamente mientras baja el nivel de agua, envejecemos más rápidamente. Cuando la cubeta se vacía, morimos.
Cuando comenzamos a tomar opciones que generan más energía de la que consumen entonces retardamos el proceso de envejecimiento.
El yoga ha prevalecido por siglos porque delinea prácticos, confiables, y científicos pasos para alcanzar sus resultados. Estos pasos trabajan conjuntamente sin importar si los entendemos o no. Si estamos en la India o en España, si nos podemos tomar los dedos de los pies o si no los hemos visto en años.
No importa si somos ricos o pobres, casados o solteros, famosos o desconocidos.
Todos somos responsables de mantener nuestra propia fuerza de vida interna.
La llave para mantener la fuerza de vida interna es dominando nuestras respuestas hacia la vida, no tratando de dominar lo que nos pasa.
Nadie controla o decide por nosotros.
La gente tiende a mentirnos, lastimarnos o engañarnos, pero nosotros decidimos como reaccionamos y esta última respuesta es la que crea nuestra realidad.
Y si tenemos el poder de hacer nuestra vida una experiencia positiva ¿Cómo podemos usar este poder? ¿Cómo lo hacemos de un modo práctico, a nivel de la vida diaria?
La respuesta está en entender que cada acción o consume más energía de la que produce o genera más energía de la que consume. Esto es, cada acción que ejecutamos o mejora nuestra energía o la consume.
En un sentido más profundo, cualquier acción que mejora nuestra energía se puede clasificar como una forma de practicar yoga. Ejemplo. Si tomas café en la mañana tienes un impulso temporal de energía, pero más tarde te sentirás con la energía baja.
Cuando le damos al cuerpo un impulso inicial la cafeína crea energía en nuestro sistema incluso llegando a un temblor de manos. Si medimos los efectos totales de consumir café, hallamos que para mucha gente el café consume más energía que la que genera. Peor, el cuerpo se vuelve dependiente de las dosis de cafeína y el bebedor de café entra en una fase de supresión en donde desarrolla dolores de cabeza y altera sus patrones de sueño.
Los yoguis también descubrieron que la energía se genera y se expande no solo a nivel físico. También lo hace a nivel mental y emocional. Y hay una relación interactiva entre estos niveles.
La medicina moderna confirma lo que los yoguis sabían.
Numerosos estudios han demostrado que cuando estamos mental y emocionalmente estresados nuestras arterias se constriñen, nuestro ritmo cardiaco aumenta y la digestión se entorpece. Otros estudios han demostrado que el corazón y el sistema inmunológico se ven seriamente afectados por el grado de amor que damos y recibimos. Acciones físicas como caminar, meditar y las posturas de yoga se han convertido en tratamientos efectivos para la depresión, a la ansiedad y son prescritos regularmente para ayudar a las personas a manejar el estrés y mantenerse positivos y felices.
Cuando tomas cuidado de ti mismo viviendo una vida equilibrada y saludable, tu vitalidad se incrementa dramáticamente.
Recuerda lo bien que te sientes, no solo física sino mentalmente cuando te ejercitas regularmente. Esto es porque esta actividad incrementa tu energía vital, que afecta directamente a tu salud mental y emocional.
Cuando te llenas de energía vital con el yoga, tu piel se ve brillante y tiene una textura saludable, tu postura es recta y te ves más alto(a). Ambos, mente y cuerpo se enfocan en tomar las cantidades óptimas de nutrientes y de información para estimular tu crecimiento físico, mental, emocional y espiritual.
El yoga te hace radiar vitalidad y pasión por la vida.
Explora el yoga y date cuenta que es una ciencia que te ayuda a ser un mejor ser humano día a día.
¡Las más profundas bendiciones y paz!
Espero que hayas disfrutado de esta entrada de blog, por favor hazme saber lo que piensas.¡que tengas un hermoso día!
Namaste 🙏🏻
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