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Halasana o El Arado



El Arado completa el movimiento del ásana que explicamos en nuestro número anterior, Sarvangasana (la vela).

Esta ásana flexibiliza y aumenta la irrigación sanguínea en toda la columna vertebral, normaliza el ciclo menstrual en la mujer y aumenta considerablemente la irrigación cerebral. También se le otorgan efectos muy positivos sobre el sistema simpático.




Técnica


1. En Sarvangasana, el ásana de la vela, exhala y lleva las piernas detrás de la cabeza, lo más lejos posible y apoya los dedos de los pies en el suelo. Lleva los dedos de los pies hacia tu cabeza para que se estiren los músculos isquiotibiales.


2. Despega las manos de la espalda y estira los brazos paralelos hacia delante.


3. Mantén las rodillas estiradas y juntas. Las piernas y los muslos tienen que formar una línea recta.


4. Contrae la barbilla para ayudar a flexionar la región cervical y aumentar la circulación sanguínea en esta parte.


5. Respira lenta y profundamente. Toma consciencia de tu respiración y del ásana. Permanece ahí un minuto.


6. Para deshacer la postura, inhala y vuelve a la vela (Sarvangasana), sujetándote bien la espalda con las manos. Y de la vela, desciende la columna vértebra a vértebra hasta quedarte tumbado sobre la espalda. Relájate.



Detalles técnicos


1. No muevas la cabeza hacia los lados mientras estás en esta postura.


2. Si los dedos de los pies no llegan a tocar el suelo mantente en la postura respirando profundamente con las palmas de las manos en la espalda.


3. Empieza permaneciendo en la postura durante un minuto y luego ve incrementando el tiempo poco a poco hasta los tres minutos.


4. Al finalizar, descansa estirado en el suelo con las rodillas abrazadas.



Beneficios


  • Otorga movilidad a la columna vertebral, hacia adelante.

  • A nivel muscular, flexibiliza la cadena posterior del cuerpo.

  • Trabaja la zona del abdomen.

  • Favorece irrigación hacia los órganos del cráneo.

  • Alivia la compresión de los filamentos nerviosos que salen desde la columna. En especial los de la zona cervical y lumbar.

  • Estimula por compresión a los órganos de la pelvis y zona abdominal.



Contraindicaciones


  • Cifosis. Y hay que tener mucho cuidado en caso de lordosis cervical y lumbar.

  • Acortamiento en la zona posterior del cuerpo, en especial en cuello, espalda y miembros inferiores.

  • Tensión alta.

  • Pinzamientos, hernias discales en la zona cervical o lumbar, lumbalgias e inflamación del nervio ciático.

  • En caso de inflamación de los órganos de la zona pélvica, abdominal, pectoral y del cráneo.



Ásanas de compensación

  • A nivel muscular: Matsyasana (el pez)

  • A nivel esquelético: Bhurjásana (la cobra)


Namasté 🙏🏻

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