Aunque estemos sumergidos de pleno en la vida material, llena de responsabilidades, sujetos a múltiples desengaños, encontrándonos en nuestra vida diaria delante de terribles dilemas para asegurarnos el pan de cada dÃa y mantener a nuestras familias; lo que realizamos a costa de grandes sacrificios que nos obligan a hacer terribles esfuerzos mentales y fÃsicos que terminan casi siempre por embrutecernos.
Pero debemos recordar que llevamos dentro parte de aquella chispa divina que es una partÃcula de la Mente Universal; que somos también un hijo del Padre Celestial, una parte de la Unidad.
Podemos encontrar el camino que conduce hacia una vida más espiritual y conocer ciertas verdades que nos harán percibir aquella Luz del EspÃritu.
Y asà podremos realizar lo que comúnmente hacemos, con un poco más de CORAZÓN, más AMOR y COMPRENSIÓN.
Desarrollaremos progresivamente la TOLERANCIA y la FRATERNIDAD, aplicando cada vez más ampliamente la Doctrina del Corazón y podremos hacer de cada acto un verdadero culto espiritual, teniendo como templo al cuerpo fÃsico y la mente como ceremonial.
Abrazos de Luz